El lúpulo como planta aparece reflejado por primera vez en la Historia Natural de Plinio el Viejo, enciclopedia de 37 libros escritos entre los años 23 al 78 de nuestra era.
El lúpulo era más conocido por su capacidad destructora de árboles, por los cuales se enredaba y ascendía. Por ello los romanos lo denominaron como Humulus lupulus (lobo de la madera) ya que se decía que destruía robles del mismo modo que un lobo haría con un rebaño de ovejas.
La única constancia sobre el uso de lúpulo para la elaboración de bebidas la tenemos en los textos judíos, cuando estos estuvieron cautivos después de que Jerusalén fuese destruido en el año 586 aC. Por lo visto elaboraban una bebida fuerte que pensaban curaba la lepra y también la utilizaban en bebidas que hacían por infusión como relajante para combatir el insomnio.
El lúpulo es una planta vivaz diótica de la familia de la cannabináceas pariente del cannabis, de donde le vienen las propiedades relajantes, también es pariente lejano de la ortiga.
Hasta mediado del siglo VIII no aparecen datos fiables de su cultivo y estos aparecen en Hallertau (Baviera), (actualmente la región con mayor cultivo de lúpulo en todo el mundo con un 25% de la producción Mundial, puede que el dato esté un poco desfasado).
Las conocidas cervezas de abadía, «cerevisa monacorum» se fabricaban en las Abadías, of course, y los monjes guardaban celosamente el secreto en cada comunidad, tanto es así, que inclusive no todos los frailes conocían el secreto de su fabricación. Refinaron el proceso prácticamente hasta la perfección e institucionalizaron el uso del lúpulo por su sabor y sus propiedades como conservante. Será entre los años 816-837, en la localidad de St. Gallen, situada en la actual Suiza, donde se construyó un monasterio en cuya cúpula se pueden observar pinturas que muestran una instalación para elaborar cerveza. En el 1.079, la abadesa Hildegarde de St. Ruprechtsberg menciona el poder antibacteriano del lúpulo y apunta que la cerveza aromatizada con lúpulo se conserva mejor que la que no lo utiliza. Su «Física Sagrada» contiene la mención escrita más antigua de la utilización del lúpulo en la elaboración de la cerveza. El poder preservante o antibacterial, se encuentra en una resina pegajosa y amarga que desprende del polen de la flor del lúpulo.
(Creo que la abadesa, como escriben algunos, no pudo mencionar el poder antibacteriano del lúpulo, ya que las primeras bacterias se observaron en 1683 por Antón van Leeuwenhoek, aunque la existencia de microorganismos fue hipotetizada a finales de la Edad Media. En el Canon de medicina (1020), Abū Alī ibn Sīnā (Avisenn) planteaba que las secreciones corporales estaban contaminadas por multitud de cuerpos extraños infecciosos antes de que una persona cayera enferma, pero no llegó a identificar a estos cuerpos como la primera causa de las enfermedades.)
A pesar que ya se cultivaba esta planta, no aparece su utilización como ingrediente para la cerveza en Hallertau (Baviera), hasta el año 1079, pero no fue hasta el siglo XIII cuando el lúpulo amenaza de muerte y mata al “Grut” que era una mezcla de diferentes vegetales, unos silvestres y otros cultivados, que se utilizaban para dar amargor y otras connotaciones a la cerveza, algunos de estos vegetales se sabe hoy en día que tienen propiedades bactericidas.
Como todas las innovaciones el camino del lúpulo fue largo para implantarse en otras localidades y/o naciones.
Parece ser que hasta 1400 no llega una cerveza con lúpulo a Inglaterra procedente de Holanda. Aunque este vegetal fue proscrito en 1519 como una «mala hierba malvada y perniciosa», ¿Qué sabios eran los cerebros de la época? ¿Sucederá, con el paso de los tiempos, lo mismo con las prohibiciones de nuestra época?.
La prohibición anterior debió durar hasta el año 1524 cuando se cultivó oficialmente en el sudoeste de Inglaterra.
En el año 1629 salta el lúpulo el charco y se comienza a cultivar en América
En 1516 se proclama la ley de la pureza, que se aplicó en Alemania y prohibía en la fabricación de la cerveza nada que no fuese agua, malta, levadura y lúpulo, que gran paso se dio en la fabricación de la cerveza.
En muchos lugares, la iglesia, ¡como no¡, puso muchas trabas, para el uso del lúpulo ya que muchas de ellas cobraban el impuesto sobre el Gruit (Gruit Rights) y por lo tanto el lúpulo debía de ser diabólico, si perdían alguna de sus prebendas.
La mayoría de las hierbas que se utilizaban para componer el Gruit eran ligeramente narcóticas, desde moderado a un suave espectro.
Algunas de las hierbas que se utilizaban para el gruit:
El aceite esencial de Artemisa contiene Tuyona (Thujone) y eucaliptol, y es bastante toxica debido a la tuyona que produce alucinaciones y convulsiones.
Para la cerveza se atizaba las flores y hojas secas, ya que frescas no se consideraban aptas para su uso.
Da a la cerveza un sabor (amargo/dulce) y agradable aroma.
Esta planta es una herbácea perenne, de raíces leñosas y duras, el tallo es recto que suele tener hasta algo más de un metro. Crece en terrenos pobres. Su sabor es fuertemente amargo debido a la absintina que contiene. Su aceite esencial es extremadamente venenoso. Hoy en día entra en la composición de algunos licores y vermuts.
Conocida desde la antigüedad ya por los egipcios, transmitida después a los griegos, esta hierba ha sido denominada la «madre de todas las hierbas” dadas sus múltiples aplicaciones curativas. Se utiliza como tónico, febrífugo y antihelmíntico, así como en la elaboración de la absenta. En 1890, el hada verde, como era llamada la bebida de Ajenjo o Absinthe, desencadenó olas de borrachera en Europa. Fue la musa inspiradora de los poetas y artistas. Se le atribuyen poderes alucinógenos. Contiene principios amargos (absintina), a las que debe sus propiedades digestivas; aceite esencial rico en tuyona, de acción vermífuga y emenagoga, pero tóxica en dosis altas; sales minerales (nitrato potásico) y taninos.
Para la cerveza utilizaban toda la planta, pero preferentemente las flores y hojas secas.
Es probablemente la mas amarga de todas las hierbas conocidas.
Debido a su grado de amargor y a su toxicidad, debe de ser empleada con mucha prudencia.
Es una planta herbácea de terrenos de cultivo abandonados y orillas de caminos. Ha sido probablemente una de las hierbas más utilizadas en el mundo, es Amarga, astringente sabor con un leve aroma. Su sabor no es abrumador y es muy delicioso.
Antiguamente para la cerveza se utilizaba toda la planta, en particular flores y hojas, con lo que se obtenía el amargor en la cerveza y su conservación por la acción antibacteriana, antimicrobiana y ser de propiedades antisépticas.
Las hojas tienen sabor astringente, balsámico, amargo, con un fuerte pero no desagradable y más bien picante aroma. La aplicación más importante de esta especia fue durante el aromatizado de la cerveza antiguamente. La utilizaban en la edad media, lo mismo que hoy se utiliza el lúpulo es decir que se cuece con el mosto, también lo añadían en el proceso de fermentación.
De esta planta se utilizan las flores y tallo, es amarga y con un fuerte aroma. Para su utilización en cerveza se cuece con el mosto por hora y media.
Siempre se ha considerado al marrubio una planta útil para el hígado; así queda recogido en el Dioscórides, famoso libro sobre plantas del siglo I.
Es una planta muy vellosa que despide un olor característico, parecido al aroma de una manzana.
La planta es originaria de Europa meridional y suele crecer espontáneamente en lugares abandonados, bordes de caminos, al pie de muros, entre los escombros, etc. En España se la puede encontrar por toda la Península y en las islas Baleares
Se ha usado tradicionalmente para la Cerveza del marrubio o Cerveza Inglesa del marrubio es condimentada con hierbas, principalmente marrubio, se bebe en el sur de USA, Australia y Inglaterra.
En infusión como remedio antitusivo, y para todo tipo de enfermedades derivadas del frío en general.
Se desaconseja su consumo durante la gestación.
Marrubium vulgare también se usa como un repelente de langostas en agricultura.