San Arnoldo (también conocido como Arnulfo) de Soisson nace en 1040 en Ourdernaarde, una pequeña ciudad enclavada en la región flamenca de Bélgica, y murió en 1087. Arnoldo fue soldado, monje benedictino en la abadía de Saint-Médard, sacerdote de la misma órden y finalmente llegó a ocupar el cargo de obispo de Soisson, haciendo los puntos suficientes a lo largo de sus 47 años como para que la iglesia católico lo elevara a la categoría de santo. Curiosamente Arnoldo intentó huir varias veces de su enclaustramiento religiosos tratando de evadir sus responsabilidades. La primera vez fue cuando era abad del monasterio (cuentan que un lobo lo hizo regresar). Cuando lo hicieron Obispo también trató de evadir el puesto pero no pudo. Algunos años después cuando otro obispo ocupó su lugar, San Arnoldo fundó la abadía de Sant Peter de Oudenburg donde finalmente se puso a hacer lo que verdaderamente le gustaba hacer: cerveza.
En aquella época la cerveza era parte importantísima de la dieta de los clérigos que la utilizaban incluso como medio de subsistencia durante los largos ayunos cuaresmales. San Arnoldo notó que la gente común frecuentemente se enfermaba por tomar agua de los ríos, lagunas y estanques, mientras que a las monjas y monjes que bebían cerveza no les pasaba nada. Sin sabe por qué sucedía esto, empezó a adjudicarle a esta bebida “dones de salud” que promovió entre los habitantes de las villas y pueblos de la región. Este “Don de Salud” mencionado por San Arnoldo tenía una explicación que ahora nos resulta muy sencilla: para fabricar la cerveza era necesario hervir el agua en la que se hacía la mezcla de ingredientes, esto eliminaba las bacterias que estaban enfermando a la población. Sin saberlo San Arnoldo estaba “pasteurizando” la cerveza. Con cerveza curó enfermos e implementó involuntariamente una campaña de salud pública que salvó muchas vidas durante los tiempos de la peste en el siglo XI. Incluso San Arnoldo llamaba a la cerveza “Regalo de la Vida”
A San Arnoldo se le atribuyen milagros, muchos de ellos ya estando muerto, por lo que fue instituido Santo en 1131 y sus reliquias están colocadas desde entonces en su entrañable iglesia de Sant Peter de Oudenburg.
Aunque en Bélgica el Día de la Cerveza es el 8 de julio, el día del santo patrono se conmemora al finalizar las fiestas de la bebida en ese país es decir el 18 de julio. Según el Martirologio Romano la fiesta de este santo es el 15 de agosto.